Qué estancia tan increíble tuvimos. Paola y Arturo son anfitriones geniales. Una familia encantadora. Aprendimos mucho sobre el proyecto de construcción y la reforestación que están haciendo. Recomendamos encarecidamente hacer el recorrido/caminata por la granja. Vimos tantas plantas y árboles que no conocíamos. Y probé muchas frutas nuevas y aprendí a hacer chocolate. La cabaña era cómoda. Se trata de una caminata de 7-10 minutos hasta la colina para llegar a la cabaña. Tienen habitaciones disponibles en la cabaña principal para aquellos que no están dispuestos a hacer senderismo. Definitivamente trae zapatos de senderismo o sandalias. Y una linterna para volver a levantarse por la noche. La comida fue excelente. Probamos la lasaña de yuca y la pasta de pesto hecha con verduras locales. Todo estaba muy delicioso. Todas somos nuestras comidas allí. Aconsejamos detenerse mucho antes de la cabaña para obtener provisiones, ya que en realidad no hay un lugar cerca para comprar comida. El río está enfrente de la cabaña principal y al final de la calle hay un gran lugar para nadar. A nuestros hijos les encantaba estar en medio del bosque nuboso. ¡Definitivamente volveremos!